3. ÉTICA
INTERRELIGIOSA
4¿Pensáis que es
posible y necesaria una “Ética mundial”? ¿Cuáles serían las condiciones básicas
para que se diera?
Podría ser posible y
debería ser necesaria. Pero al vivir en una sociedad cerrada, con todos los
cánones ya asociados para cada raza y religión, una ética mundial es muy
difícil de conseguir. Todas las costumbres se trasmiten generación tras
generación, por ello lo que para unas religiones es un pecado, para otras no lo
es. Lo que para algunas razas es algo habitual, algo común, para otras es algo
extraño, algo inusual.
Es por esto que sería
muy difícil que todas las personas llegaran a un mismo acuerdo. Pero con alguna
serie de condiciones, probablemente se podría llegar a algo mejor: que esta
declaración de derechos sea respetada por todo el mundo, más ayudas e
igualdades económicas por todo el mundo, que las religiones se respeten
ideológicamente y que todas las ideas y normas sean apoyadas por todos los
países y gobiernos, ya que facilitaría mucho el trabajo de regulación de esta
ética.
Hacia una ética mundial (Declaración
II Parlamento de las Religiones del Mundo, Chicago – 1993)
4¿Cuáles podrían ser
los aportes de las diferentes Religiones a esta ética mundial?
Ética de la liberación, en un mundo dominado por múltiples y crecientes opresiones hacia los más pobres.
Ética de la justicia en un mundo estructuralmente injusto.
Ética de la gratuidad, en un mundo donde impera el cálculo, el interés, el beneficio, el negocio.
Ética de la compasión, en un mundo marcado por el dolor y el sufrimiento de las víctimas.
Ética de la alteridad, de la acogida y de la hospitalidad para con los extranjeros, los refugiados, los sin-papeles, en un mundo que excluye a los de fuera.
Ética de la solidaridad, en un mundo donde impera la endogamia en todos los campos de la vida y de las agrupaciones humanas: etnia, clase, familia, etc.
Ética comunitaria fraterno-social, en un mundo patriarcal, donde predomina la discriminación y la violencia de género, la división sexual del trabajo, la exclusión social y la marginación religiosa de género.
Ética de la paz, inseparable de la justicia, en un mundo de violencia estructural causada por la injusticia del sistema.
Ética de la vida, de todas las vidas, la de los seres humanos y la de la naturaleza, que tiene el mismo derecho a la vida que el ser humano; de la vida de los pobres y oprimidos, que se ve constantemente amenazada.
Ética de la incompatibilidad entre Dios y el dinero, en un mundo donde se compagina fácilmente la fe en Dios y la adoración a los ídolos, entre ellos al del mercado.
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